UN SMOKING PARA EL VACÍO
Severamente ebrio,
El hombre cae por el eterno hueco de escalera
De su cabeza
Y un silencio de seda se posa en sus ojos cerrados.
Es una caída sin amor.
Pasará a través de Dios,
De su Madre,
De todas las Mujeres,
De todos los Amigos.
Exquisitamente muerto sobre la barra,
Apartado de todos,
El hombre atacado por la Nada
No se defiende.
Los brillos de la tarde pasan por el borde de su copa
Abandonada
Con chisporroteos de final de hoguera.
jaja, excelente, ante un ceño oriental de paño húmedo, fracturado.
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