lunes, 21 de junio de 2010

PARAUTÉNTICO, SARAMAGO

Esta caricatura ya tiene tiempo, pero el tiempo ha venido a encontrarse de nuevo con ella. Cazoleta de tirachinas al premio Nobel que acaba de morir. No le tenía ningún aprecio. Ni por su aspecto de tortuga ni por la tortuga de su escritura. A lo mejor la ceguera es mía, pero de ciegos sólo me sigue estremeciendo el viejo Sábato y su espantoso Informe Sobre. Devaneos de ambos con el comunismo. Creo que de esos autos de fe les quedó cierta alergia al optimismo, cierta militancia contra la risa. Con todo, el compromiso de Sábato es con el absoluto. El compromiso de Saramago era con ¿el compromiso? El compromiso por el compromiso, como una novia fea. Todo para él.

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