lunes, 10 de mayo de 2010

LAS PALABRAS JUSTAS


Es puro vicio lo de los Soprano. Arriba, Chris, sobrino de Toni, y Silvio, consigliere. Y más abajo, sólo en texto, una secuencia de la cuarta temporada. Uno de los "soldados" de Toni prueba uno de los Mercedes que vende una desquiciada (despechada) que pretende fastidiar al capo di capi hasta que vuelva a sus brazos de loca suicida: "Se lo voy a contar a tu mujer". Y por ahí no. A Toni Soprano no. Hay que estar loca, claro. El soldado es un tipo con pinta de vendedor de lavadoras, pero se gira en su asiento y le dice lo que sigue a la petarda, de nombre Gloria, con una elegancia pues eso, romana, senatorial, ineluctable:
-Se lo diré sólo una vez. Aléjese de Toni Soprano. Si vuelve a llamar a su casa, o se acerca a él o a su familia, tendrán que rascar sus pezones de estos elegantes asientos de cuero. Sólo recuerde esto: mi cara será lo último que vea, no la de Toni. No va a ser cinematográfico.

Ole.

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