CÓMO NO HABERLO SOSPECHADO ANTES
Vidriera de una iglesia norteamericana. La obscenidad data de los años cincuenta y ahí sigue, al parecer. Impresionante estampa a coloritos. Cómeme el cuerpo de Cristo, chaval. De rodillas. Y luego a mi compi, que ha traído un palo, por si te niegas. El disparate iconográfico lo cuelga hoy Manolo Saco en su columna de El Público y yo no me he podido resistir a ponerlo también aquí, el blog amiguito de los curas cerdos.
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