MOISÉS
De una fotografía de Jacqueline Franco
Por más que me digo que han de ser los mínimos trazos posibles, me quedan como para plantar una cosecha de arroz a pincel. Si mi lápiz óptico fuera un coche, le tocaría pasar la revisión del millón de kilómetros. Por eso a Velázquez le duraba un pincel más que un martillo enterrado en manteca...
No hay comentarios:
Publicar un comentario