Esta noche me he cruzado con un tipo espantoso. Sólo sé que llevaba una extraña gorra calada, en tonos naranjas, rositas y ceniza. Y el tipo era espantoso. Una verdadera alimaña. ¿Por qué lo supe? Esas cosas se saben, joder. Volví a casa con la idea de pintar esa espantosa cabeza, gorra incluida. Y nada. No ha salido. Mira que me he puesto a bocetar y a meter mala leche, pero todo ha sido inútil. Cuando me he relajado de impotencia, salió la chica de pelo corto de arriba, un dibujo de paciencia y aguantar, que no estamos solos. Un cigarrito. Tranquilidad, colega. Pues más o menos.
Esta noche me he cruzado con un tipo espantoso. Sólo sé que llevaba una extraña gorra calada, en tonos naranjas, rositas y ceniza. Y el tipo era espantoso. Una verdadera alimaña. ¿Por qué lo supe? Esas cosas se saben, joder. Volví a casa con la idea de pintar esa espantosa cabeza, gorra incluida. Y nada. No ha salido. Mira que me he puesto a bocetar y a meter mala leche, pero todo ha sido inútil. Cuando me he relajado de impotencia, salió la chica de pelo corto de arriba, un dibujo de paciencia y aguantar, que no estamos solos. Un cigarrito. Tranquilidad, colega. Pues más o menos.
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