jueves, 23 de abril de 2009

OTRO CABALLO


Qué expresiva y qué bonita es la imperfección, el paraíso de los torpes. Vale que un trazo enérgico dice mucho de la técnica y la valentía del artista... ¿Y un titubeo qué? ¿No es más de hacerse querer? Recuérdese que a Hitler nunca le tembló el pulso en lo suyo...

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