EL CARBONCILLO DE LOS SALIDOS
Esta noche, como siempre,
Una Farola ha vuelto a rodear a un Borracho.
Esta noche, como siempre,
El Eterno Femenino ha vuelto a rodear al Hombre,
Primero con un golpe en el vientre
Y luego la desorientación,
La onda expansiva del deseo inducido
Que respeta edificios, atunes y palmeras,
El que incinera sólo a las mujeres en sus nidos
Sin despertar siquiera a sus maridos.
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