PATRIA CHICA
Comparado con el sofisticadísimo baile por "sevillanas", el baile por "malagueñas" es un baile salvaje, de mendigos festejando al sol. Nuestros verdiales son fiesta pagana, de cuando los peores romanos politeístas, los más divertidos. Por eso, con todo, prefiero una buena orgía de moscatel y violines estrepitosos a "mírala cara a cara que es la primera", casetas privadas y gomina. Y cómo se ponen de estúpidas las personas con las sevillanas (baile). Si somos lo que bailamos, Sevilla es una puesta de largo y Málaga una fuga del hogar paterno. Item más: las letras de las malagueñas siguen siendo blasfemas y escatológicas, y las letras de las sevillanas las firmaría encantado el Papa de Roma, ole. Y que viva Málaga, señores. Larga vida al axarco.
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