LAS EXTRAÑAS AVENTURAS DEL TURBIO NIÑO MATOMUERO (y 37)
Reconoced que estáis perdidos.
Reconoced que todo ha sido en vano.
Dadme vuestras vidas ahora
Y sólo serán mi desayuno aburrido.
Dadme vuestras vidas de cuando niños
Y lloraré agradecido sobre el plato.
El placer de saber que moriréis
Y el espanto de ver que vuestros hijos
Ya han comenzado a peinarse
Y me están provocando la inmortalidad
Antes de que alguien consiga llevarme
A casa.
No es odio.
Aunque no lo entendáis,
no es odio.
El amor
(la trampa de tela)
puede hacer un genocida
de un violín.
El amor
(la fosa tierna)
escupe desmayos
por los huecos de los novios.
Y no estáis preparados para el ridículo,
sino para el bienestar.
Como os han enseñado los anuncios
Y las tardes.
Como os han pulido las mañanas
Y los jefes.
Como os han embarazado las rosas
Y los juguetes olorosos.
Estáis tan perdidos que ya sois la referencia
straight ahead, cabrón
Memoria de genio
Para recordaros en vuestros mejores momentos
A la barbacoa
Al volante
A la pluma
A la nómina
Al sexo
A los niños
Al despacho
Al Uvedoblecé
El futuro con faldas
El futuro con pantalón de pinza
El futuro sin arrestos
De la Ley
HIJOS DE PUTA
El turbio niño Matomuero
Se caga en vuestros ojos
Amasa una bola
Con el amanecer
Y os la tira a la cabeza
El turbio niño Matomuero
Se hace un acordeón con el almanaque
Y suena la feria
De las mujeres sin barba
Y de los hombres de dos piernas
El turbio niño Matomuero
Os conoce bien
Entonces
HIJOS DE PUTA
Se acabó su muerte
Y empieza la vuestra
Los niños que no mueren
Se hacen de oro
Afilado
Sin odio
A por vosotros.
Buhardilla de Lavapiés, 2003
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