PINTORES DE AZTLÁN
Óleo y purpurina sobre lienzo (50 cm x 100 cm, más o menos).
De Carrara salieron buenos escultores, casualmente por el mármol que había por allí. De Los Angeles han salido buenos muralistas, dicen que por el buen tiempo y por la cantidad de muros que flanquean las autopistas. En la Casa Incendiádmela han abierto exposición con escaleras y senderos y despiste: Los Pintores de Aztlán. Chicanos. Unos buenísimos y otros básicamente de tequila y peyote. John Valadez (Los Angeles), el del Colt, seguro que tuvo más encargos de algún que otro mañate (magnate): "Pínteme nomás mi cuernochivo (un AK-47), que es de la familia". Y el amigo del manito, George Yepes (Tijuana), probablemente le anduvo atrás a Klimt y a Julio Romero de Torres una buena temporada (sus dolorosas y madonas son fastuosas). Y en lo que respecta a la Casa Incendiádmela, un sucedido, cuento o chiste:
Suena el teléfono. El de la centralita de urgencias atiende.
-¿Sevicio de Bomberos de Tijuana?
-Aquí los Bomberos de Tijuana. Qué le ocurre.
-Aquí los Bomberos de Tijuana. Qué le ocurre.
-Se me está quemando la casa. ¿Qué hacemos? ¿Voy yo o vienen ustedes?
-Pero cómo dice...
-Que se me está quemando la casa. Que si voy yo o si vienen ustedes... ¡Dígamelo rápido, que esto arde!
-Pero cómo que si vamos nosotros o si viene usted... Qué estupidez... A quién se le puede ocurrir esa tontería... ¿Con quién estamos hablando, demonio?
-Con Manolito, el de la roulotte...
"Soy Ilegal". George Yepes (Tijuana, 1956). Óleo sobre lienzo (enorme).
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