lunes, 12 de marzo de 2007

BUHARDILLA DE LAVAPIÉS (6)

Anoche empujé un par de millones de hijos dentro de una.
Era blanca, 35 años,
de nombre MI PADRE ME PEGABA MUCHO.

No respetó el orden.
Abrió primero sus piernas,
pero un hombresunhombre


antes que un poeta
ceremonioso.

Dentro de las manos,
invisible,
arde el fuego de humus
que sólo apagan las desnudas.


Con orden o sin orden.

Anoche paseé silbando por su cabeza.
No había el más leve soplo de aire allí dentro.
Lamenté haberle hablado de la Gran Barra.

Nos dimos los bajos, luego las espaldas,
y dormimos un sueño insolidario y laborioso.



Esas espaldas de las mujeres
que duermen de ti
haciéndose un ovillo de NO.

Hoy me hablará de lo bien.

Se despertará y me mirará y me recordará y me sonreirá.
La veré sonreír de ESA MANERA
y me hablará de lo bien.



Puto planeta desesperado.

Todo es una infancia mal apagada, madre.
No les culpes a los médicos
si ahora quieren llenarme la cabeza de cortafuegos.

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