sábado, 27 de enero de 2007

CASCO


En algún concurso para El Circo, uno de los participantes me regaló un casco de infantería de los que llevaban los ingleses en la II Guerra Mundial. El hombre hacía colección y se ve que le sobraba uno. Agradecidísimo, lo usé durante todas las grabaciones y no me cayó encima nada que doliera. Puesto impresiona. Algunas cafeterías de la Castellana dan fe de que un casco militar es un casco militar incluso a la hora del desayuno y de los tontos con traje y croissant. El del casco comía enormes bocadillos de jamón y bebía cerveza a las ocho de la mañana. ¿Dónde es el bombardeo? Donde yo diga, gilipollas. Cuando las cosas se pongan feas de verdad, como en LA CANCIÓN DEL HIJODEPUTA, El Arcángel, sabré ponérmelo de nuevo.

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