Las Mañanas de la COPE tienen su muecín siniestro en Ángel Expósito. Curioso nombre predestinado para un devoto. Pero Ángel Expósito, más que un querubín de inclusa, es un malo de escaparate. Como solo se puede ser malo siendo cristiano. De la peor manera. Con sectarismo, fanatismo, intolerancia, y, sobre todo, con anteponer la justicia de Dios a la justicia de los hombres. Lo mismo para defender la segregación por sexos en los colegios o la Santísima Trinidad como valor en Bolsa (por ejemplo) que para defender al abominable arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, la madama de los curas pederastas granadinos (antes lo fue de los curas pederastas de Córdoba). Solidario con su dolor (porque lo han pillado) y agradeciéndole las lágrimas de orina de niño que derramó al final de la entrevista onanista que le hizo desde su minarete matinal. Un extracto bochornoso que emitieron anoche en El Intermedio. Pero también lograron otra pieza reveladora y de efecto aún más contundente: la entrevista que le hizo en 2003 Alberto Almansa al mismo arzobispo abyecto y donde el periodista ya consiguió que la alimaña mostrara su verdadero rostro... Preguntas directas y en tono educado e irónico, suavísimo, a las que el repugnante y sorprendido arzobispo se negaba a responder (dineros de Caja Sur, curas pederastas bajo su manto...), atacándole por contra en el terreno personal con toda la bilis que un "Hombre de Dios" con galones puede volcar sobre un miserable insecto de redacción... Escalofriante documento, pero a su vez tristísimo. Ese genial periodista íntegro murió este año de un infarto. Indagando en su trayectoria, por agradecimiento, descubres que fue un profesional cordobés comprometido con la gente y con la verdad. En Canal Sur, en el 15-M, en Stop Desahucios... Un periodista bueno muerto, por contrastarlo PROFESIONALMENTE con un periodista malo vivo. La Canallesca Mala protegiendo a los suyos mientras los chavales de la Canallesca Buena caen fulminados por infartos en estos tiempos de mierda. Sirva esta entrada de homenaje al hombre de honor que fue este periodista irreductible. Va su foto, con todo respeto:
Alberto Almansa (1957 - 2014)
D.e.p.
Y, por otro lado, tengo que replantearme la actitud ante mi programa favorito, El Intermedio. E incluso si seguir viéndolo. Las arcadas y los escalofríos están superando a las carcajadas, y no sé si tanta información hiriente es buena a esas horas de la noche, que luego uno sueña con ángeles expósitos y con arzobispos caídos, empalmados sobre el mármol.
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