miércoles, 3 de septiembre de 2014

PILAR RAHOLA VS. MARHUENDA: EL TROMPAZO


Antes de que el sabio Marhuenda nos deslumbrara a todos con su periodismo apolítico y veraz, la otra catedrática de tebeo era Pilar Rahola. Repartida por tribunas, tertulias y saraos como una plaga unipersonal de langosta, la catalana no escatimaba ni un ápice de su ignorancia para dar a conocer al resto del mundo, sin escatimar tampoco grito alguno, sus opiniones sobre la pera conferencia, la conferencia del pero, el independentismo catalán y el catalán indie como nueva forma de soberanismo histérico. Con las meninges siempre en "push up" (su wonderbrá de tertuliana para el ceño), lo mismo se ciscaba en los regadíos de Aragón que en los crucigramas exclusivamente en castellano del Diario de Plasencia, por lo cual a veces solo se le sentaba enfrente un bafle de sonido o una pastorcilla de Lladró. Renombrados casos los de algunos que se atrevieron a llevarle la contraria y acabaron desenroscando sus orejas y arrojándolas al suelo del plató, incapaces de seguir escuchando sus apologías de la sardana o sus argumentos a favor del sionismo (otro baile genocida). Y para nombrarlo también en este blog, el caso de su defensa A PRIORI de Jordi Pujol, negando los titulares de los periódicos y chillando que todo era una "persecución política" a comienzos de Julio de este año. Y digo "a priori" porque fue antes de que el molt honorable confesara sus dineros volanderos en Andorra. Y digo "a priori" porque es la salsa italiana (o latina, qué más da) de todos los prejuicios y fanatismos. Mi Jordi no. Y con él, mi Artur Mas tampoco. España nos roba y esto es una persecución política de Joda y de la sardana. A día de hoy, no sé en qué lugar pestilente se estará guardando la lengua la de los dos doctorados falsos; solo espero que la saque del mismo sitio para poder responderle a Marhuenda en su reaparición tras la canícula. Lo de la materia oscura dando vueltas en el CERN hasta que se produzca el encontronazo con la partícula de Dios no es nada comparado con el choque que está a punto de producirse entre los dos carneros de mierda de la objetividad... Materia oscura, materia marrón, qué más da... Yo quiero verlo y olvidarme del mañana.