jueves, 12 de enero de 2012

ADOPTA UN PEDERASTA

Perseguidos, incomprendidos, desequilibrados... Son los simpáticos pederastas. Seguro que tú también has visto uno o sabes de alguno en tu comunidad, ¿verdad? Por eso, tú que estás en contra de cualquier forma de marginación ahora puedes adoptar uno y tenerlo en casa poniéndote en contacto con tu parroquia o con tu catequista nocturno más cercano. En la Iglesia no podemos cuidarlos y alimentarlos a todos como nos gustaría. Colabora con tu obispado y dale una sorpresa a tus padres, si alguna vez entran en tu cuarto. ¡Ah, y recuerda que les gustan las mismas cosas que a ti y que también se acuestan pronto!