martes, 30 de diciembre de 2014

MEMORIA DE MÁXIMO


Ha muerto Máximo, el viejo dibujante editorialista de El País. Descanse en paz. Dicho esto, sus dibujos y sus chistes ni me gustaron nunca ni me hicieron gracia jamás. Al contrario, me enfadaban. Y no porque fuera yo de derechas cuando era un crío, sino que era más simple: los dibujos eran espantosos, la inteligencia que presuponían era amanerada y sus geometrías estaban mal trazadas. Ver a esos tipos abocetados de cualquier manera y con unos textos de 1º de Política Básica me hacían preguntarme por los criterios de selección de calidad que iba a tener que superar en el futuro y cómo me las tendría que ingeniar para ocultar mi talento si quería progresar en la vida... Realmente pensaba eso, pero creo que se le puede permitir a un crío de poco más de diez años enganchado a todo papelajo que caía en sus manos. Ha pasado el tiempo y ni mi talento ha despuntado mucho más ni a los santones de la Transición se les ha bajado todavía de la peana. Y no es que El Roto se haya alimentado de las cenizas de Máximo, que Ángel Rábago ya pintaba y escribía como un bestia por esos años, sino que la Mézquita Rojoide de El País ha ejercido su terrorismo integrista desde entonces hasta ahora con la "máxima" eficacia. Últimamente a toda Prisa. Y todo lo que queda fuera de los textos sagrados es una mierda y lo suyo la Biblia en democracia, tolerancia... y transiciones hacia el capitalismo sanguinario. Mi pena retrospectiva es haber tratado de descifrarle la gracia, el mensaje o el arte a Máximo hasta bien entrados los noventa, mientras dentro de ese periódico mutante se cocinaban purgas, despidos y amaños empresariales. Mi tristeza a día de hoy es el artículo que publica Reig en eldiario.es. Porque ha muerto un dibujante histórico, y no un accionista de fondos buitres o un lobista de la industria armamentística, que firmo el trueque pero ya. Mientras lo pintaba arriba, supongo que estuve pensando todo esto que acabo de verbalizar torpemente. Misterios de la Trinidad. Cabreo. Martes. Navidad.

LA DEMOCRACIA ZOMBIE


"Impactante, terrorífica, objetiva", Sebastián Salgueiro, La Voz de la República
"La novela que eleva los mitos de la Transición española al nivel de las peores películas de serie B americanas", Toni Nelson, El Correo en Vespa
"No la lea a oscuras", Ramiro Pedralbes, Libertad Homófoba
"El vídeo de Thriller es una pijada comparado con el primer párrafo de Los Niños de la Transición", Susana Hortaleza, Política Gore
"A Jovellanos le habría gustado escribir este ensayo criminal", Fele Turienzo, Gijón Digital
"Todavía siento crujir los escaños del parlamento a medianoche; horripilante, desagradable de verdad, no pude dejar de leerla hasta el capítulo del plebiscito, en que me desmayé directamente, gracias a Dios", Antonio Zamora, Fuera Caretas
"El terror político más allá de Robespierre, más allá de Fraga", Sandra Castillejo, Madrid entre Líneas 
"Ya estamos deseando leer la precuela, 'Encuesta en las Cunetas', el origen de todo", Manolo Desmontes, Ágora Ácrata