lunes, 8 de julio de 2013

EL ESPIONAJE DEL SISTEMA, EL ESPIONAJE POR SISTEMA


Neolenguaje. Doble verdad. Del "Gran Hermano" de Orwell pasamos al "Hermano Mayor". El paternalismo ultraprotector de un ente del que ni siquiera somos familia. El Estado Global del Bienestar de Occidente. Y la tecnología para detenerte si utilizas tres veces la palabra "bomba" en un correo electrónico preguntándole a una empresa de maquinaria agrícola por un buen sistema de riego para tu huerto. Uno de los tipos que ha desvelado esa trama de espionaje y traición de todo un gobierno es acusado de traición y espionaje por ese mismo gobierno. "La estupefacción os hará libres." O el trabajo. "Arbeit Macht Frei". Antes fue Assange. Ahora es Snowden. Los americanos, los rusos, los ingleses, los alemanes... Los Dueños del Tinglado nos espían. Por nuestro bien. El espionaje del sistema por sistema. Control. Orden. Vigilancia. Profilaxis. "Los que no tengan nada que ocultar no deben sentirse amenazados", dicen para justificar lo injustificable. Pero es que yo me siento amenazado cuando me da la gana. Y también resulta que me apetece tener millones de cosas ocultas a los ojos de toda esta panda de cretinos sobreactuados encaramados a los satélites como al tiovivo de un oculista y que no pueden oír la palabra libertad sin echar mano a la pistola o ponerse unos guantes de látex. Cuando se suma la prepotencia con el miedo y a eso se le añade la melaza del capitalismo como aliño de cualquier estado democrático, pasa lo que pasa con los teléfonos móviles, el espionaje, la propaganda y tu número para el campo de concentración virtual tatuado en alguna pantalla de un despachito con plantas en un silo de Wichita. Esto ha empezado mal con los megabytes de los huevos, pero va a acabar con misteriosas marcas de carbón en las paredes de edificios en ruinas, todavía humeantes. Madrid, París, Londres, Nueva York... Marquitas como de escritura cuneiforme, el código desenchufado con el que habrá que ir practicando para pelear contra estos hijos de puta cuando comiencen las detenciones masivas. Arriba, Edward Snowden en archivo GIF. He ido grabando el proceso a salto de mata, según me iba acordando. Visto cómo ha quedado la peliculilla, me resultan curiosas mis indecisiones con la oreja hasta ponerla en su sitio. Siendo la oreja de un ex espía, normal que no haya parado quieta, la jodía... También la boca. Espía total, el amigo, aunque lo haya dejado. Antes todos los espías acababan su vejez en Torremolinos, ahora parece que le toca ponerse un poncho al que se quiera ir retirando...