jueves, 20 de agosto de 2009

IGREJA DE S. DOMINGOS

Detrás de la praça de Pedro IV, en el Rossio, la Iglesia de S. Domingos. Después del terremoto de 1755 quedó para el arrastre. Después del incendio de 1958, la puntilla. Pero acertaron a no reconstruirla del todo. Sólo los techos, para que no se desplomara sobre la fe. Dentro, la iglesia más infernal que he visto en mi vida. Santos derretidos, carbonizados. Columnas dolientes, leprosas, mordidas. Y una negritud en altares y capillas a la que se añaden los rezos de hollín de muchos satánicos que van allí a pedirle a Belcebú. La acuarela de arriba la pinté ya en Madrid. Un detalle friki de su altar mayor. Cada vela, cincuenta céntimos.