jueves, 3 de abril de 2014

SERENDIPIAS CON LA BENEMÉRITA EN GIBRALTAR

La Royal Navy ha vuelto a ponerse farruca en Gibraltar, ahora avasallando a un barco del Instituto Oceanográfico Español que estaba catando aguas con fines científicos. Que estás en aguas inglesas, que no estoy, que estás, que no, que te vayas, que flores, que te amedrento, que no me asusto, que te oscilo, a que llamo a la Guardia Civil, a que llamo yo a la Royal Police, pues la vamos a tener, come on mother fucker... Y ahí aparecieron nuestros chavales de verde a proteger al barquito estudioso y se lió la de God es Cristo con maniobras acuáticas de jodienda y chulerías territoriales (peor que con las lindes de los pueblos) que han puesto a los dos embajadores en estado de consulta (en las muñecas hinchables es cuando tienen la boca más abierta) y a los dos gobiernos en la habitual tesitura de paripé desde 1713 cada vez que a una mona de Gibraltar le da por ciscarse fuera de tiesto... Pero, benditas serendipias (palabra ya aceptada en el nuevo DRAE), que ha tenido que perder el Chelsea contra el Paris Saint Germain en la Champions League para que conozcamos el verdadero detonante de la naumaquia de bareto entre ingleses y españoles. Y no, no fueron precisamente los científicos españoles los que empezaron faltándoles a la madre, que hace dos años ya pintamos la escena con una premonición (*) pasmosa...




(*) Premonición: anticiparse a lo que va a hacer una mona.