lunes, 3 de junio de 2019

EL AIRE DE SEVILLA DETENIDO POR "ALTA" TRAICIÓN



El rey puso mala cara cuando le izaron regular la bandera de España en los actos de homenaje a las tropas en el exterior el otro día en Sevilla. Bueno, no la izaron regular ni mal, que la bandera subió lo suyo... Pero le quedó el mismo gesto al aire que la sábana del chiste, que se le fue la pinza, y flameó un tanto espídica por un mal anclaje en su borde inferior. Esa mala cara del rey viendo la perrea coyuntural de la bandera es la misma que pondría un comercial sacándose su tarjeta de trabajo y entregándola con una mancha de tomate, cachis la mar, qué mal efecto. O la cara de un camarero que planta su sandwich mixto con huevo frito ante el cliente, pero con el huevo descentrado y ya roto, me van a oír los de la plancha, que para eso vuelvo la cara y hago como que estoy oliendo el pedo de otro, escorzo hacia la reina: ¿Tú te crees? Por eso el chiste de Vergara (gracias, majo; gracias, eldiario.es). Porque mucha bandera rojigualda en los balcones, pero los que flamean son los borbones por la vía coital. El emérito o el preparado. Ya han detenido al aire de Sevilla por alta traición, que es ahí adonde quería llegar: a las vergüenzas. Mucho quejarse de la bandera y luego todas las demás vergüenzas al aire y sin cubrir como se debe, ni siquiera el expediente, sobre todo el del Yakolev, que fue otra mierda más que añadir a las que le suele pasar a este país con familiares de difuntos presentes y los contratos con el aire.