sábado, 15 de abril de 2017

EL PRETORIANO DE LA CALÍGULA


En estos tiempos de romanos chungos (pobre Yisas), el juez Velasco le ha echado también el ojo a un romano histórico, Beltrán Gutiérrez, antiguo gerente de la centuria del PP madrileño y actualmente pretoriano de Esperanza Aguirre. Uno de los supuestos responsables, si no el que más, de la captación criminal de sestercios para las orgías de su condesa hispánica, muy dada ella a comerse a los madrileños como si fueran uvas en el triclinium de la capital (comunidad, ayuntamiento y gobierno central) y a bañarse a lo burra en las arcas públicas con todo el col corriéndose por sus ojos de envenenadora. Las pesquisas ya han tenido el grado de éxito que le bastaría a cualquier juez para enchironar a la corrupta y a su pretor faldero, pero hace bien Velasco en amarrar bien todos los cabos, dados los antecedentes de anguila que tiene la centuria madrileña en escaparse de rositas de sus infinitas matanzas. Con el pretor caerá la Whitney Houston del chotis. Y nosotros que lo veamos. Que iban juntos en todo, aquí van algunos fotogramas de El Guardaespaldas para demostrarlo (disponibles en Click Clickandi Googlium Universalis) y para que acaben los dos en un reservado, juntos o por separado, con rejitas monas...





A ver si esta vez sí que sí, Eloy...


O el año que viene tenemos una estatua del Toyota de la psicópata en lugar de la Cibeles.

SI TE DESCUIDAS, TE CONVIERTES EN UN PROCLIVE


Coincido con el presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda (arriba), en calificar de "piraos" a los independentistas catalanes. También coincido con él en que son unos "pesaos" y que producen hartazgo. Demasiadas coincidencias con un señor que lleva chupando del frasco de lo público desde el año 1979 y en filas no muy recomendables, así que me lo hago mirar. El chequeo ha confirmado que tengo muy altas las concomitancias y que también me ha subido un horror el nivel de campechanina en la sangre, así que prácticamente estoy abocado a ser proclive si no comienzo ya, pero ya, a pedalear todas las mañanas un ratito en la dialéctica. Necesito sudar toda la patria que llevo acumulada y a no empatizar al tuntún con un tontón reaccionario sin antes haber desayunado fuerte.