domingo, 4 de septiembre de 2011

TEMÁTICA PREDOMINANTE EN LOS CUADROS DE VALDESLEAL

Es suficiente. Abandonamos las armas. No más hostias. Se acabó la educación secundaria en este país. Al menos la pública. Hemos perdido todas las batallas desde el golpe de estado a la República, y ha llegado la hora de la rendición. No nos dejáis educar a los adolescentes en los valores de la instrucción cívica, la cultura y el humanismo. De acuerdo. Educadlos vosotros, fascistas, meapilas, burócratas, criminales... Fomentad en ellos la pereza, el parasitismo, la ignorancia, el cretinismo y la docilidad que necesitáis en esa generación para dominarlos según vuestros intereses cuando "maduren" para el mercado laboral y la cuestión política. El camino es el trazado por Esperanza Aguirre: educación de derechas y de calidad exclusivamente para los ricos, y progresiva disuasión académica para los pobres: padres, hijos, y los profesores que aún no hayan perdido la moral. Las primeras bombas sobre la población civil vinieron en forma de planes de estudios de una toxicidad brutal. Las últimas están diezmando al profesorado que no lo ha dejado aún. Pobres institutos de barrio. Pobres chavales idiotizados por la tele, analfabetizados por los políticos y manipulados por la publicidad. Ahí van a quedar las instalaciones, hijos de puta. Hablad con Zara para privatizar los laboratorios de ciencias. Comentadle al Corte Inglés qué puede hacer con los salones de actos. Ofrecedles las aulas a Mango, Dolce y Gabana, Playstation, McDonald's... A ver qué puede hacer el Kentucky Fried Chicken o los de Nike con las desiertas bibliotecas... Le comentas la idea de hacer centros comerciales con los institutos a cualquier chavalín gilipollas con seis suspensos este verano, a cualquier chavalita que sólo va a clase para hacer pandi, y flipan de gusto. Mola, tío. Si el panorama ya es malo, el que se avecina con esos dos jovencitos que digo... de concejales, alcaldes, diputados o presidentes de gobierno (otra cosa honrada no podrán ser), es terrorífico... Porque tampoco los quiero de electricistas, fontaneros, albañiles o panaderos... Un mierda, una mierda a la que le da lo mismo qué emperador sucedió a Augusto en Roma o qué tema pictórico obsesionaba a Valdesleal (pudiendo haberlo aprendido), quemará la instalación eléctrica de la casa a la que fue a arreglar la avería y no hará nunca una barra de pan digna.