domingo, 23 de diciembre de 2012

CASILLAS, ALCALDE DE MÓSTOLES


Mira que no soy futbolero en exceso (sólo como los niños: por colores, por simbolismos, por pasiones), pero ayer me pegó un metaforazo en toda la cara con la imagen de Iker Casillas sentado en el banquillo. El tipo más honesto, más legal, con más talento y con más mérito del mundo, sacado del equipo por el descastado figurón y siniestro mediocre que tienen por entrenador. El despectivo y despreciable maleducado que prefiere arruinar un equipo con tal de hacer valer su ego por encima de cualquier ética. De cualquier decencia. Mourinho humillando a Iker Casillas como metáfora de mierda de lo que está pasando en este país. Que hemos perdido el concepto. Que nos dejamos. Que hasta Iker Casillas se deja. Que Mourinho es el gobierno y Florentino es la banca, y al Real Madrid lo desahucian. Lo humillan... Pese a no ser el equipo más modesto ni el que mejor puede representar al pueblo llano, pongamos que Iker Casillas sí. Y anoche le cortaron las manos. Por protestar contra la tiranía del tirano Mourinho. La cobardía del cobarde Mourinho. Aunque sólo sea por el paripé que hizo la banca con los primeros suicidios ante los desahucios, Florentino debería hacer algún gesto. Por ejemplo, arrojar al portugués por alguna ventana del Bernabéu. Eso sí que sería glamour, y no obligar a Del Bosque a aprender inglés. Lo siguiente sería nombrar a Casillas alcalde de Móstoles y ya tenemos el principio de lo que será la 2ª guerra de la independencia. Todo cambio tiene su comienzo. La que se montó en 1808 empezó en Móstoles. Bueno, un poco antes, cuando quisieron secuestrar a los infantes en carroza, en Madrid. Una carroza entonces. Un banquillo ahora. A cada época lo suyo. Si esta guerra va a ser económica, qué mejor que empiece por un banquillo...