domingo, 8 de enero de 2012

REDACCIÓN LA CUESTA DE ENERO

La Cuesta de Enero es muy bonita, y aunque otros años es para arriba este año es toda para abajo y de culo como los precios en rebajas, que empiezan costando algo menos y acaban costando muy poco tirando a nada, que es lo único que pueden comprar los culos y los muertos. Los muertos pendiente abajo (para que puedan caminar una pizca) se llaman zombis y los dependientes de los comercios les llaman de usted para que compren y les ponen los precios en rojo para que les gusten. Los zombis hembras les compran abrigos caros de pobre a sus zombitos y los zombis machos descambian las colonias y los calcetines por un gintónic o, viceversa, un chinchón con hielo, que a lo mejor también se lo dan a sus zombitos para que todos mueran como las sectas al final de mes. El final de mes que no llega nunca dicen que es el final de Enero, pero eso es la misma propaganda que le hacen a la cumbre del Everest y luego mira, toda llena de latas de cocacola. En la parte de los deberes que ponía Redacción La Cuesta de Enero Ilústrala el Google no me ha dado resultado de cuesta cuesta en sí de Enero, pero había unos seiscientos mil resultados de Belén con Cuesta, por relacionar y hacer la redacción más completa, señorita, por eso ahí arriba le he dibujado a María Pilar Cuesta Acosta, que ya son cuestas a costa de qué, la que anteriormente se quiso llamar en el futuro Ana Belén, que dice mi padre que es como si él se llamara Paco Pérez y se cambiara el nombre por Pepe López: un enfermo de ambición y notoriedad como los zombis que decía antes, que ni muertos dejan de decir asquíestoyó.