sábado, 4 de septiembre de 2010

UN SMOKING PARA EL VACÍO

Severamente ebrio,
El hombre cae por el eterno hueco de escalera
De su cabeza
Y un silencio de seda se posa en sus ojos cerrados.
Es una caída sin amor.
Pasará a través de Dios,
De su Madre,
De todas las Mujeres,
De todos los Amigos.
Exquisitamente muerto sobre la barra,
Apartado de todos,
El hombre atacado por la Nada
No se defiende.
Los brillos de la tarde pasan por el borde de su copa
Abandonada
Con chisporroteos de final de hoguera.

EL PODER DEL PERRO

Una novela para leer con un bote de lejía en la mano, "El Poder del Perro", de Don Winslow. Drogas, corrupción y la gramática más explícita de la violencia que he leído en mucho tiempo (tendría que remontarme a Jim Thompson, Easton Ellis). Noticias sobre México y USA en un periódico de setecientas páginas chorreando sangre. Una maravilla de prosa fulminante y personajes brutales. En la solapa del libro mental que tengo ahora después de haberlo leído recomendaría sencillamente su lectura arguyendo que me salté mi parada de metro con él en las manos, devorándolo. Eso sólo me pasó una vez hace mucho tiempo y muy borracho. También sé de otra lectora solvente a la que le ocurrió lo mismo leyendo esta locura. El Poder del Perro. Droga dura. Anagrama, Roja y Negra. Prólogo entusiasta de Rodrigo Fresán.