martes, 5 de octubre de 2010

POCO SUEÑO








Es mi tableta Wacom. Una perra de lo más alegre. Le tiras una foto por buena que sea y te la trae baboseada y mordida, irreconocible. Eso sí, moviendo el rabo, la jodida. Qué coño. La adoro.

EL PASITO ATRÁS INVOLUNTARIO

El pasito atrás, como el lateral, ha de darse de manera voluntaria siempre. Razonando. Preparando el siguiente. Adoptarlo no es fácil, por aquello del precedente o de que se tache nuestra actitud de medrosa, pacata, cobarde, pusilánime, de huevones. Bien dado, siempre es positivo y repercute a favor en el futuro. Gente que le tuvo manía al pasito atrás: el coronel Custer, Patton, Hitler. A unos les fue bien, a otros mal. Gente que le cogió gustillo al pasito atrás: Gandhi, Curro Romero, Chamberlain, Franco. A unos les fue bien, a otros mal. Mira que sé de pasitos atrás y de pasitos laterales (el de dejar pasar preventivamente), pero no me sirve de nada. Una filosofía para otros. El budismo, la electrónica, el zen, la zalamería, el protocolo. Para otros. A por el siguiente pasito atrás involuntario.