lunes, 24 de marzo de 2014

EL ARMARIO DE LA TRANSICIÓN


La muerte definitiva de Adolfo Suárez no está haciendo sino aventar olores del pasado, tufos, y suscitar antiguos sabores, magdalenas de falsas piedras angulares y magdalenas de escaños rancios a los que apenas si se les ha cambiado la tapicería. Una Transición de la dictadura a la democracia que fue en realidad un periodo de travestismo vergonzoso de todos los protagonistas, a cada cual más loca. Los comunistas en comunistas de sólo la puntita y aceptación de la monarquía como extra de rimmel. Los fascistas en demócratas conversos con implantación de prótesis mamarias de patriotismo para sacar pecho en los periódicos. Los socialistas en folclóricas del progresismo con faralaes de pana y un europeísmo de feria de ganado en Perpignan. Los anarquistas en travelos yonquis de descampado retrechando a la guardia civil por si cae una noche loca de calabozo. Y los cantautores, los grandes beneficiarios de esa etapa de política de varietés, en madamas del psicodrama y la canción de autoayuda por verbenas, mítines, colegios mayores y tablaos marxistas, no escondas tu pelo. Muchas de esas reinonas del travestismo nacional entre 1978 y 1992, por poner dos fechas significativas, han ido cambiando sus galas y sus afeites, pero en lo básico aquí se ha seguido escuchando la misma copla bipolar entre una izquierda impotente y reprimida y una derecha gañana y pendenciera. Y el Rey en todos los introitos del cabaret nacional cantando su "Money makes the world go around". De acuerdo, puede que Suárez fuera el gran estadista del momento. El Gran Sastre de travelos. Pero ahora que a la gente le ha dejado de gustar el género, ahí siguen los Drag Queen de la crisis dando todavía su patético coñazo a todas horas. Apariencia, engaño y disimulo, virtudes que comparten los travelos con los timadores. Apariencia, engaño y disimulo a falta de artistas de verdad. A falta de Democracia Real... A falta de Políticos de Talla... Locas, pervertidos, jaraneros y charlatanes en un carromato que lleva sin pasar la ITV desde que murió Claudillo. Por comparar espectáculos, lo mismo que los cómicos que iban saliendo en el "Un, dos, tres..." necesitaban de una coletilla para enganchar con el público (recuerden ustedes por su cuenta, que a mí me da pudor), en el espectáculo de variedades de la "transición" los travelos también tuvieron la suya. "Por el cambio", "La calle es mía", "Otan de entrada no", y etc. El guionista de Adolfo Suárez en la época fue su jefe de gags (de prensa) Fernando Ónega con su machacón "Puedo prometer y prometo...". Se le podría haber ocurrido perfectamente el "Si hay que ir se va, pero ir pa' na' es tontería..." de los Cruz y Raya, pero lo de las promesas funcionaba como un reloj y Suárez quedaba mejor de chaqueta y corbata que en bañador de socorrista. Suárez y Ónega, cómo no, dos travelos de la falange destinados a encontrarse. Suárez ha muerto (q.e.p.d.), Ónega hace ahora el guión de continuidad por algunas radios y televisiones igualmente travelas. Lo que digo. Que fue morir Franco y no acabar el travestismo (transición) en este país. A estas alturas, los únicos demócratas de verdad van a ser los ti@s del COGAM. Chapeau por ell@s, que nunca han disimulado, ni robado, y pagan sus multas en Madrid como Dios manda. Ellos sí que saben que hemos progresado una barbaridad desde la Constitución del 78.

(*) Sí, Fernando Ónega es para mí "canallesca buena". En la etiqueta "canallesca mala" hay que ser mal periodista y peor persona, y Ónega será de derechas, pero lleva el defecto con nobleza...