viernes, 25 de marzo de 2011

GRANADA GORE

Elizabeth Taylor no era amiga de Lou Reed. O al menos no era notoriamente amiga. Una confusión con James Dean, otro pinturero. Esto me pasa por meterme con ella, que no paro de olvidarme. De ahí la granada de arriba. La fruta más cosmética. Pero he disfrutado mucho con esos colores de bisutería. No he mojado el pincel. Lo he ido ensartando. Un auténtico goce. Aunque no me guste especialmente ese sabor. Ya me pasó cuando pinté las conchas finas malagueñas. También me ocurre cuando tengo que retratar a alguien que no me cae bien. Los pinceles tiran al monte. En la granada me he ensañado en su aspecto ligeramente venenoso. Secretamente siniestro. Esas oquedades. Esos velos. Esas membranas. Granada gore. Bien llevado, de ahí sale un monstruo de cómic.