martes, 24 de abril de 2012

LO QUE PIENSO Y DIGO DE CARLOS PUYOL

Tengamos las cosas claras. El Real Madrid de Londres se llama Chelsea. El Arsenal, en lo suyo, es más el Atlético de Madrid de allí: cañoneros y pupas, fifty-fifty. Lo mismo que el Tottenham o el Fullham serían un Rayo Vallecano o un Getafe... Pero hoy en este blog estamos con los catalanes. Salvo cuando el Barça se enfrenta a ese equipillo blanco tan prometedor de la capital de España, me entusiasma la manera de jugar de los de Guardiola. Hay muchas razones, casi todas ellas recientes (qué asco de buenos tiempos peleándonos con el repugnante Van Gaal, el villano Gaspar, el bocazas de Stoikhov...). Aparte de que los jugadores del Barça componen casi un noventa por ciento de la selección española (gracias les sean dadas), en la liga, mientras los otros equipos tratan de hacer sonetos en el área contraria (cuando no pregones de feria con suelta de cohetes o un cante de hora y media por saetas), el Barça hace verso libre. Aforismos con humor. Hay pases de Xavi a Messi que parecen pinceladas de Velázquez. Centros al hueco de Iniesta a Pedro que son tacadas de billar. Y en los terrenos del toro, la frontal del área, les he visto dar estocadas a los defensas centrales merecedoras de las dos orejas y el rabo del entrenador del equipo contrario. Y a lo que vamos: el único que sigue jugando lo mismo que el Gran Capitán desterronaba cabezas de infieles es Puyol. Antes de rematar un córner se le marcan las venas en las sienes que se le ven al Escorial cuando se pone tenso, histórico, y lo que le gustaría al de los rizos de rumbero es entrar en la portería con la pelota entre los dientes como un mastín jugando con su dueño. Un ariete de asalto, pero con pantorrillas.  En su momento, Guardiola le prestó los vídeos de los años buenos del Ajax para hacerle ver que había otros mundos, otra manera de entender el fútbol... y Puyol se los comió. La ley del fuera de juego la lleva escrita a boli en la palma de la mano izquierda, y lo de correr en diagonal es lo más sofisticado que han podido enseñarle en los entrenamientos, aunque haya domingos en que se le olvida lo de la "diagonal" en el fragor del partido y haga la "L" para cazar al delantero... Y lo cace. Vaya si lo caza, aunque haga la "L". No te pongas delante de Puyol cuando hace la "L", colega... Su sueño erótico es la escena de "El último Mohicano" en que Ojo de Halcón ( Daniel Day Lewis) dispara desde la fortaleza contra todos los que intentan frenar la carrera de su emisario en las líneas del enemigo. Ni que decir tiene que al que protege Puyol en su sueño es a Messi. Bang, Di María al suelo. Bang, Özil al suelo. Bang, Xabi Alonso al suelo. Bang, Sergio Ramos al suelo. Bang, bang, bang, bang, hasta rematarlo con la culata del fusil... Y Pepe al suelo... Me cae bien, el hombre. Me cae de puta madre Puyol. En el diccionario sale su foto al lado de la palabra "pundonor". Otra cosa es su caricatura. Tiene unos rasgos tan exagerados que la caricatura ha habido que hacérsela al revés: suavizándolos a martillazos. Y esto es todo. Un dibujito y un pequeño homenaje a su manera de sentir las camisetas (sea la azulgrana o la roja). Sé que esta noche el Chelsea va a intentar jugar como lo hizo el Real Madrid el pasado sábado (con gran éxito de crítica y marcador), pero será el último error que cometa en esta edición de la Champion. Guardiola no sacará a Tello. Cesc y Pedro jugarán los 90 minutos. Y Messi tiene tanto odio infantil acumulado que esa pelota se la lleva firmada del campo. Barça 4 - Chelsea 1. Mañana nosotros le ganaremos 3-0 al Bayern. Y nos volveremos a ver las caras en una final. Real Madrid - Barça. Antonio Machado contra... Fred Astaire. Por cierto, el sueño erótico de nuestro central, Sergio Ramos, es darle un cabezazo en toda la cara a Cristiano Ronaldo. Otro poeta jugando al fútbol. Digo el andaluz. Del portugués no digo nada, no se me vaya a despeinar de aquí al partido.