miércoles, 15 de mayo de 2013

ESPAÑA ZANZÍBAR


La reflexión es sencilla. Si la mano de obra más barata es la mano de obra que no hay que pagar, el sistema capitalista estará a favor tanto del voluntariado como de la esclavitud. En lo que respecta al voluntariado, puedes convertir a un trabajador en "voluntario" sólo si te ganas su "voluntad", ya sea por la vía de la adhesión sentimental o por su compromiso con alguna causa solidaria que a su vez sea claramente rentable, cosa difícil de conseguir para un empresario capitalista al uso, más acostumbrado a ganar voluntades con amenazas o con anzuelos económicos que con discursos poéticos a favor del altruismo. Con todo, el capitalismo no ha dejado de insistir en esa vía retorciendo el concepto de "voluntario" hasta transformarlo en el de "becario", una adhesión sentimental tan ilusa como la del voluntario, con el aliciente de algún dinero para ir y venir en metro, y el agravante de la esperanza. El becario viene a tener la misma entrega que el "voluntario zombie", y casi su misma fe en un mañana de luz, pero sale algo más caro con el fastidio de tener que pagarle de vez en cuando el billete de metro. Por ello, el capitalismo prefiere indiscutiblemente la esclavitud como forma de conseguir mano de obra barata, por no decir gratuita. No hay que andarse con zarandajas de voluntades, esperanzas o adhesiones sentimentales, el coste laboral es mínimo (aceite para las máquinas, pan para los esclavos), y la coartada de la deslocalización funciona en cualquier junta de accionistas, con los réditos por delante y la globalización hinchando las velas del barco negrero. ¿Y en qué punto de la Constitución del Capitalismo pone que está prohibida cualquier forma de esclavitud para aumentar los beneficios? En ninguna parte, gracias a Dios. Como tampoco lo pone en la Biblia. Contra esa maravillosa estrategia empresarial parece que únicamente se ha rebelado una forma de gobierno bastante antigua (como la propia esclavitud), aunque desprestigiada una cosa mala estos días: la Democracia. Ah, la DEMOCRACIA... La todopoderosa democracia... ¿Todopoderosa? Oigamos qué opinan de esto mismo dos relevantes figuras del capitalismo europeo actual, que las hemos estado grabando esta mañana mientras dos esclavos chipriotas les hacían las uñas en sendas otomanas... La Democracia...  ¡Puaj! Malditos griegos. Espera, Cristine, espera... ¿No fueron ellos los que también inventaron la "esclavitud por deudas"? Hostia, es verdad... Oye... ¿Y si hacemos que el capitalismo le coma todo el terreno a la Democracia esa? Nuestro terreno, nuestras reglas. Tienes razón. Democracia sí, pero con esclavitud, aunque no se la llame esclavitud exactamente, que la gente es muy tiquismiquis. Vivir por encima de sus posibilidades, prisión por impago, trabajos forzados o esclavitud por deudas: Nueva Reforma Laboral. Ole tus huevos, Ángela. En realidad la idea no es mía, sino de los Mercados. De todas formas, mandad a España al húngaro para que vaya preparando la cosa... ¿A László Andor? ¿El Comisario Europeo para el Empleo, los Asuntos Sociales y la Exclusión? La Inclusión. Ha sido un lapsus. Ese, el que tiene cara de simpático. Se lo diré a Rompuy, pero qué le va a decir a los españoles de la esclavitud... ¿Directamente lo de la "esclavitud por deudas"? No, no... Que empiece a hablarles del contrato único. Eres un bicho, Ángela. Gracias. ¿Están ya nuestros selectores en Madrid? Sí. Para la manifestación del 2º aniversario del 15M, como dijiste. Estoy harta de esos ingenieros alfeñiques y esos arquitectos muertos de hambre que nos están llegando. Quiero cogerlos en sus aldeas. En movimiento. Como antiguamente. Que elijan sólo a los más jóvenes y más fuertes, ya sabes. Esas son las instrucciones que llevan los selectores, Ángela. Y que les miren los dientes también. ¿Los dientes? ¿No sospecharán de nosotros, Ángela? Eres idiota. Pueden comprobar sus dentaduras haciendo zoom con las cámaras. Ah, la tecnología siempre al servicio de la humanidad... Barcos, látigos, cadenas, hipotecas, cámaras, contratos únicos... Pero qué bicho, mi señora. ¡De rodillas! ¿El chipriota o yo? El chipriota ya está de rodillas, querida...