miércoles, 3 de octubre de 2012

DE BARACALDO, DOS TAZAS

Pudiéndose llamar Eneko, curioso que se llame Íñigo, en esdrújulo, primer rey de Pamplona, el independista de salami. En euskera salami se dice "salami", pero porque viene del italiano y hasta ahí no se remontan en el RH los del PNV. Disquisición lingüística porque Urkullu es filólogo por la parte del euskera, asunto éste que ahora va mucho mejor que antes, cuando el análisis morfológico a cualquier frase en euskera era un análisis forense, por partes, después de la bonba, "bomba" en castellano totalitario. Que no digo yo que el euskera no sea digno de estudio y hasta de ser hablado, pero que en principio... es rarito. Nariz, por ejemplo, se dice "sudurra" en euskera. Vale, "sudurra", bonita palabra para nariz. Pero luego buscas cómo se dice "moco", deduciendo que de "sudurra" moco sólo puede ser "sudoku"... Y no. Moco en euskera se dice "mukia". Y mierda, "kaka". Y teta "titia". Y vas entrando en la melancolía... Tanta mala baba de monseñor Setién, del otro monseñor civil Arzalluz... Para decir kaka, mukia, titia... ¿Y culo? IPURDIA. ¿Y p...? ZAKILA. Y más melancolía geográfica. Tan lejos, tan cerca... Recuerdo entre brumas una obra de teatro, también entre brumas, de mi amigo Luis Lázaro. El Culebrón Portátil. Euskadi se separaba de España y el remedio era sajar la cornisa africana todavía española para tapar el hueco. Una balsa errante de tierra española, Ceuta, Melilla y aledaños, rumbo a las Vascongadas, para suplir en lo que se pudiera esa... falta. El miembro amputado. Su aura kirlian en la noche estroboscópica y telúrica de las naciones y los diálogos más surrealistas entre todos los que componían el pasaje de esa balsa de piedra (no confundir con la de Saramago, por Dios; la de Luis es de mondarse)... Qué peña, los separatistas. Qué "basca", los separatistas filólogos. Te cogen una región, la hacen complemento circunstancial de lugar, y averigua tú ahora el lugar y la circunstancia por donde se han independizado los del verso suelto. Allá ellos... Cantábrico arriba. De Baracaldo, Iñigo Urkullu. Dos tazas de Baracaldo cuando sí pero no, con Bildu pero sin ETA, con el acercamiento de los presos pero sin abrazar a las víctimas, con los curas rancios pero también con los chavales del cóctel... Que voten y se vayan o que voten y se queden, pero ya vale con la matraca... Por cierto, en euskera matraca es "matraka". Tal cual. Y pierna, "hanka". Tal cual tal cual. Y pantorrilla "zangosagarra". Melancolía... ¡Irsen! ¡Quedarsen! Pero dejad de dar tanto por ipurdia, joder. Joder, "IZORRATZEA". Tela con la filología separatista, Íñigo. No me extraña que se os ponga a todos cara de cura. "Apaiza" y vámonos.