viernes, 17 de septiembre de 2021

EL OTRO GRAN ABUSO


Es espantoso que cientos de gimnastas estadounidenses hayan sido víctimas de abusos sexuales ante la indiferencia de quienes tenían que cuidarlas. ¿Sus padres? No, parece que ahí delegan en el FBI. Ignoro cómo llegarían esas niñas a sus casas los días del diablo, pero me da por pensar que ni siquiera "llegaban", es decir, que dormían en sus centros de entrenamiento, "concentradas" en su deporte, juntas en su desgracia con las otras compañeras, cada una en su cama, en silencio, con los ojos desorbitados... Y ahí es donde aparece el otro abuso, muy anterior, estructural... El Gran Abuso consentido por familias, federaciones y países enteros. ¿Quién tiene derecho a capturar a unas niñas, sacarlas de sus casas y deformarles el crecimiento (la musculatura, el esqueleto y los biorritmos) y su visión de la realidad? Algunas ni siquiera sabrían que estaban siendo víctimas de un depredador sexual, acostumbradas como estaban a que otro depredador deportista igual de sádico les deformara la pelvis con ejercicios inhumanos cada mañana para aumentar su flexibilidad. Yo soy más de ajedrez, pero lo llaman Gimnasia y no lo es. 
-Me quedé así de bajita y deforme porque abusaron de mí de pequeña.
-¿Lo sabe alguien más?
-Fue en 243 polideportivos. Estaban llenos de gente.