jueves, 13 de octubre de 2016

LOS CARETOS DE LA GÜRTEL



Sí, ya sé que faltan y ya sé que alguno debería sobrar (Agag no; el pobre Garzón sí, por ahora el único condenado de la Gürtel), pero es una primera cala temática en mis caricaturas sobre la corrupción del PP. Quitando a Goya con los tarados de la familia de Carlos IV, no sé si alguien le ha prestado tanta atención a una camada de sinvergüenzas como este que suscribe. A lo mejor Castelao con sus terratenientes gallegos. A lo mejor el retratista del Congreso, no me viene ahora su nombre, pero a veinte mil euros el melón (creo). Las caras de Belmez de tanto fantasma y de tanto mierda. Yo, gratis. De puro indignado. ¿Os acordáis de cuando "ser indignado" no era lo mismo que "estar indignado"? ¿Queda alguno más por ahí? ¿Ahora que Podemos es nuestra polaroid fija ya no hace falta escupirle a los leones de las Cortes cuando el PP quiere anular el juicio en su tenaz tarea de aclarar los hechos?

LA MARCA DE LA CASA


De todas las figuras emergentes del nuevo lodazal del PSOE, reconozco que Chimo Puig no me disgustaba. Sus orejas, su pelo, su cara permanente de chiste interno... Un tipo normal metido en faenas desagradables: Presidente de la Generalidad Valenciana, Secretario General del PSPV-PSOE... Pero ha sido ponerme a pintarlo y ahí estaban todos sus años en la política... Nadie sale ileso de un cargo del PSOE. Nadie sale inmune de esa maquinaría de casquería, de esa lucha de ratas por alcanzar la cima de la pirámide de carne humana... Salvo accidentes (Zapatero, quizá Madina), los líderes del PSOE llevan todos en la cara el sello de la comilona infame. Mejor que los monstruos del PP, de acuerdo, pero del mismo nido de ambición, codicia y vanidad pestífera.