miércoles, 19 de julio de 2017

SI LE PUDO LA MALA CONCIENCIA...



A esta hora, parece suicidio. Un tiro con una de las escopetas de caza con las que asesinó a cientos de nobles animales salvajes y no fue para comer. Así que el señor Blesa ya no está entre nosotros. ¿Quién se hace responsable ahora de todo lo que robó el ausente? ¿De todo el daño en Caja Madrid? ¿De todo el saqueo, de todas las prácticas corruptas, de todos los despidos? ¿Qué pasa con las causas pendientes? ¿Qué pasa con la vil estafa de las preferentes a miles de jubilados? ¿Se le puede expropiar? ¿Y a sus familiares? Y por último... ¿Es tan "fácil" librarse de la justicia y de resarcir lo que debes pegándote sencillamente un tiro? ¿Había algo más que todavía no sabemos? Por lo pronto, y pese a una primera iniciativa al respecto, la Guardia Civil desplaza al habitual equipo de forenses al cortijo cordobés donde se han producido los hechos y no a uno de taxidermistas, como solía ocurrir cada vez que caía abatida una pieza por esos lares de montería entre amiguetes... Vaya, qué mal gusto destila usted en ese comentario, señor Lowon. Un comentario lamentable por mi parte, sí, lo reconozco, tal vez sólo a la altura del cinismo y de la arrogancia que gastó en vida el presunto delincuente incluso arruinando la carrera del juez que no se plegó a su prepotencia, Elpidio Silva. El ansia de poder, la codicia y la depredación te pueden conducir a que te pongas un día, de repente, en el lado correcto de una escopeta y pasa lo que pasa... Que no lo olviden los que lo conocieron, los que lo agasajaron, los que lo consintieron y los que lo padecieron. Le pudo la mala conciencia, entonces. Algo tenía dentro. Aunque sólo sea por eso, que por fin descanse en paz. Los que se suicidan en un cortijo de señoritos y los que se suicidan porque les han robado todos sus ahorros, ¿van al mismo sitio?

LAS CANDELARIAS (y 10)