martes, 17 de diciembre de 2013

BRON BROEN: ESPAÑA EN EL CORAZÓN HELADO DE EUROPA


Como expertos en grandes puentes, los españoles deberíamos haber hecho la mejor serie de televisión sobre uno de ellos, el de la Inmaculada, por ejemplo, pero se nos adelantaron los suecos y los daneses, y la hicieron sobre el puente de Oresund, una maravilla de la ingeniería que une ambos países, y, en este caso, ambas policías, la de Copenhague y la de Malmö. La serie es, por supuesto, Bron Broen. Si la primera temporada fue de quitar el hipo (el cadáver que aparece partido a la mitad justo en la mitad del puente), la segunda ha sido de antología superior, estante de arribota, alcanza tú esa locura de nivel, chaval. Terrorismo ecológico escalofriante. La caricatura que he pintado es del actor Kim Bodnia, que encarna en la serie al detective danés Martin Rohde. Para quererlo, de buena gente, buen rollito, y todo empatía en lo que tiene que aguantar a su compañera de avatares policiales, la detective Saga: síndrome de Asperger y la cosa más seca de tratar en paladar desde que se inventó el polvorón liofilizado, pero uno de los personajes más potentes que he visto en ninguna teleserie. Inolvidable ayer, en el último capítulo. Y en el noveno... Y, en fin... Bron Broen. El Puente. Por no hablar en la entrada de nuestras miserias locales (hoy, que la entrada en el Congreso la tiene una iniciativa de la izquierda contra la "pobreza energética", y que van a tumbar los fascistas, esbirros de las eléctricas), propongo el escapismo de esta serie nordica, fría, metódica, retorcida y genial a los distinguidos lectores de este blog... Bron Broen (como una moto que arranca), primera y segunda temporada, veinte horas de placer, ocho kilómetros de puente. En coche te cuesta cruzarlo unos 50 euros. Con el ticket de los amigos de Bitorrent algo menos, a pie y por la barandilla de los subtítulos, como funambulistas con internet debajo (la red)... Pero si todavía no he logrado suscitar el suficiente interés para que le echéis un vistazo a la serie, añado un dato más, encontrado en Wikipedia: los tablerazos de aproximación a la zona de atirantado del mitico puente de Oresund se hicieron (yo diría que con dos cojones)... ¡en Puerto Real! ¡Cádiz! ¡Arsa! En español. ¡Aj!, ("sí"), en sueco... Vaya, me doy cuenta de que el efecto que puede provocar esta información extra quizá sea contraproducente. Escapismo ninguno, evasión cero. Claro, que yo me he enterado del dato patrio después de verme las dos temporadas. No sé cómo habría seguido la trama entre Copenhague y Malmö conociendo que por debajo de los tiros y los asesinatos había sudor de gaditano... No hay manera de abstraerse... España siempre en el corazón helado de Europa, y en los cachitos cristalizados del mío...