viernes, 17 de agosto de 2012

JULIÁN ASANJE, EL DE QUITOLEAKS



A Julián Asanje le acaban de hacer ecuatoriano por la vía rápida, no sea que los ingleses lo saquen desfavorecido camino de Suecia. Lo siguiente, que se aprenda el himno ecuatoriano. Ya se lo han pasado en su idioma nativo, pero le recomiendan que se lo aprenda en el original, con su odio a los españoles y el volcán Pichincha haciendo los coros. Una maravilla sin desperdicio. Cómo son los himnos de violentos y asesinos y manipuladores y patrióticos... No le quedó mal la coya al ínclito de los güiquiliquis. Se va a poner de ceviche hasta arriba en la embajada. Mejor que la comida basura inglesa (pleonasmo), dónde va a parar. Va la letra íntegra. Saludos a Correa.

¡Salve oh Patria, mil veces! ¡Oh Patria!
¡Gloria a ti! Y a tu pecho rebosa
gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir.

(I)
Indignados tus hijos del yugo
que te impuso la ibérica audacia,
de la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y sin par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de romper ese yugo servil.

(II)
Los primeros los hijos del suelo
que, soberbio; el Pichincha decora
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por tí.
Dios miró y aceptó el holacausto,
y esa sangre fue germen fecundo
de otros héroes que, atónito, el mundo
vio en tu torno a millares surgir.

(III)
De estos héroes al brazo de hierro
nada tuvo invencible la tierra,
y del valle a la altísima sierra
se escuchaba el fragor de la lid;
tras la lid la victoria volaba,
libertad tras el triunfo venía,
y al león destrozado se oía,
de impotencia y despecho rugir.

(IV)
Cedió al fin la fiereza española,
y hoy, oh Patria, tu libre existencia
es la noble y magnífica herencia
que nos dio, el heroísmo feliz;
de las manos paternas la hubimos,
nadie intente arrancárnosla ahora,
ni nuestra ira excitar vengadora quiera,
necio o audaz, contra si.

(V)
Nadie, oh Patria, lo intente.
Las sombras de tus éeroes
gloriosos nos miran,
y el valor y el orgullo que inspiran
son augurios de triunfos por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
que a la idea de guerra, y venganza
se despierta la heróica pujanza
que hizo al fiero español sucumbir.


(VI)
Y si nuevas cadenas prepara
la injusticia de bárbara suerte,
¡gran Pichincha! prevén tú la muerte
de la Patria y sus hijos al fin;
hunde al punto en tus hondas entrañas
cuando existe en tu tierra: el tirano
huelle sólo cenizas y en vano
busque rastro de ser junto a ti.