viernes, 16 de noviembre de 2012

EL POLLO PÁLIDO DÓ... QUE CAGÓ EL AGUILUCHO CHO CHÓ...


Hermann se pasó con una chica cierta madrugada en un pub de la calle Almirante (de Madrid) y su novio (el de la chica) le aplaudió su condición de periodista íntegro a hostias. Pim pam, qué gran periodista eres. Cuando se le pasó la borrachera, al día siguiente, Herman recordó que habían sido los sicarios de Zapatero los que habían intentado asesinarle por la espalda a causa de su posición beligerante contra el estalinismo en la península ibérica y así se lo hizo saber a su club de fans desde una cama de hospital, con un par de columnas rotas y dos o tres entradillas sueltas por la cara, añadiendo que uno de los principales instigadores del atentado fue el lamentable cómico izquierdista conocido como El Gran Wyoming, su enemigo más directo a la hora de hacer reír a los españoles. Recuperado de sus patrióticas heridas de investigador nocturno, el trece de noviembre de 2012 Hermann grabó un editorial en los platós de Telemadrid alegrándose por el fracaso de la huelga general que acababa de vivir, pero que, cosa extraña, tendría lugar al día siguiente. Ante tamaña y repetida muestra de periodismo íntegro, veraz, honesto y nada tendencioso, uno de los currantes de la cadena pública filtró una copia pirata de la pieza a otros profesionales menos íntegros para que el ínclito profesional íntegro no la pudiera emitir en "directo" al día siguiente e irse de rositas o a la playa desde la que pensara estar haciendo huelga. Y si la pieza estuviera elaborada en un tono profético, de vaticinio, augurio o vislumbre sobrenatural, vaya y pase, Bruja Lola, pero que en ella se diera por sucedido el fracaso de la huelga inmediatamente después del cierre de pancartas... Infame. Así llamó Hermann Tersch al anónimo trabajador que delató su condición de periodista íntegro. Infame, traidor, miserable, y otras lindezas más. Que ya cogería él a la repugnante rata leninista del chivatazo, el anónimo justiciero de la plataforma "Salvemos Telemadrid". Porque en todas partes se montan piezas enlatadas y no pasa nada, se defendía él. Sí, Hermann, sí. Con el obituario de Fidel Castro y la curación repentina de Stephen Hawkings, pero no con una huelga que todavía no ha empezado, Hermann Tersch. Profesional. Íntegro. Noctámbulo. Que hay por ahí unos cantares que me parece que empiezan contigo, por malagueñas, como las del "Canario, tengo un canario en mi casa, que canta cuando te nombro...". Pero en pollo... "El pollo pálido dó... Que cagó el aguilucho cho chó...". Espero que algún día los verdaderos "profesionales íntegros" de Telemadrid puedan reírse de todo esto y recordarlo como una mala racha: aquellos años en los que fueron la cadena poltergeist que sólo podía emitir ectoplasmas del franquismo...