lunes, 9 de noviembre de 2015

LA SICARILLA


Pilar Gómez, subdirectora de La Razón. No la he podido pintar más inteligente. Pilar Gómez, la mano tonta de Marhuenda, pero obediente hasta la extenuación, lerda hasta la estupefacción y repelente hasta el shock anafiláctico. Da igual lo que tengas entre manos, que se te cae. La oyes hablar y le buscas la rendija del disco a la muñeca. La oyes defender las fascistadas de su periódico como la recluta novata con guión y echas de menos un buen discurso con gomina y pistolas de José Antonio Primo de Rivera. El coche de los bomberos a cuerda del PP, dándose de hostias con todos los rodapiés de las tertulias pero encantada de tener una estúpida campana que ir tocando por ahí porque su consigna más elaborada es "tolón tolón". Ayer apareció por "Salvados" justificando las calumnias contra Tania Sánchez y las portadas del "Hola" de la mafia contra Manuela Carmena. También andaba por ahí el sicario triste de Casimiro García Abadillo, incapaz de reconocer que su periódico se levantaba con el cornetín de órdenes de la derecha todas las mañanas: "Jódeme a este (a Trías, por ejemplo)", "Manipula estos datos" y "Distrae por aquí mientras nosotros metemos la mano por allí". El sicario veterano, triste y faltón de García Abadillo, como un teleñeco en tratamiento psiquiátrico. A su lado, Pilar Gómez, la sicaria becaria, la sicarilla de domingo. Echo la pota sólo con imaginar las inmundicias éticas y físicas que habrá tenido que tragar la "profesional del periodismo" para alcanzar el puestarraco que ocupa en un periódico de mentira, por no decir en un periódico de mierda.