viernes, 26 de abril de 2024

UNA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA CRITICA LA ACTITUD DE PEDRO SÁNCHEZ


En ocasiones, pocas, la realidad es lo suficientemente divertida como para que haya que inventarse literatura alguna o recurrir a drogas que sublimen el infame panorama político que nos estremece de costumbre. Arriba, en un catch de eldiario.es, el obispo Munilla, otras veces acogido en este blog, y que de izquierdas no parece que haya sido nunca ni lo será, aparece feliz y mesiánico saludando a la multitud, montado a la amazona en un caballo blanco (quizá un mulo, un burro grande, no sé), vestido divinamente de rosa-fucsia chillón, encaje y fantasía, tocado con una boñiga in de diseño a juego, y con un pie de foto sin manipular, insisto, en el que acusa a Pedro Sánchez de "poner su ego en el centro"... Si hubiera de verdad un karma en el Universo que todo lo arregla, vive Dios que dejaba actuar a la Justicia como también le pide Munilla, digo yo que para que prospere la denuncia de sus amigos de extrema derecha contra la esposa del presidente. Como mínimo, el karma justiciero güeno le nombraba ipso facto Concejal de Fiestas (de guardar) de San Francisco y entrenador personal de Drags Queens con tendencia al ascetismo exhibicionista, el estoicismo glamuroso, la paciencia ¡ya! o el ego humilde, esas cosas de curas sabios. Además, para ser justos en serio, añado que puede que no esté montado a la amazona, y que la (pierna) derecha la tenga al otro costado del mulo, o lo que sea el animal, digo el de abajo. Carpe Diem.

Y LOS QUE NO SABEN DECIR FEDERICO, ADEMÁS


El de arriba, Pello Ochandiano, candidato frustrado de Bildu a lendakari en las pasadas elecciones vascas, es teleco, ingeniero de cúspide de nómina, así que no debe ser tonto, al menos en lo que a inteligencia bruta se refiere. Pero tiene un problema logopeda, o logopédico (suena más complejo), y es que no sabe pronunciar algunas frases no demasiado sofisticadas como "ETA fue una banda terrorista", por ejemplo, y se obceca en no corregir la posición de la lengua para decir bien las cosas, váyase usted a saber por qué razón física, telúrica o ideológica, obcecación que cursa con el tiempo en tara, discapacidad o disfunción moral gorda, me temo que sin solución, y es que el alma se le ubica también en una posición muy mala para sentir bien las cosas o con un mínimo de nobleza, viniendo a degenerar en la misma dolencia que afecta a los fascistas con el nombre propio "Franco" y el adjetivo "dictador", que rara vez atinan a pronunciar juntos ambos vocablos. Igual que les sucede más prosaicamente a los que no saben decir Federico y, encima, tienen el federico estropeado. Curiosa tara compartida la de los ingenieros brutos, fanáticos y tontos de baba, y la de los fascistas ceporros, fanáticos y tontos de baba,  dos sectas insufribles últimamente y, encima, con el federico estropeado.