miércoles, 23 de septiembre de 2009

UNAS RÁPIDAS EN VALENCIA

Kasparov y Karpov vuelven a verse las caras en España. Valencia es la ciudad que ha puesto el dinero. Últimamente es la ciudad que lo pone todo, desde el culo hasta el cazo. Espero que los grandes maestros no se metan en politequerías, ni siquiera para putear a Mevdeiev o a Putin. Que se vean buenas partidas. Será curioso comprobar cómo han evolucionado con los años en su concepto de la Karo-Can: antes una defensa que era un tostón y después de ellos un tiovivo. Aunque nunca se han visto tantas tablas con la misma cantinela o parecida (104). Tablas como para hacerle un ático a la casa de la pradera. Ahora, con dos semi-rápidas (veinticinco minutos + cinco segundos de incremento por jugada) y ocho rápidas, blitz (cinco minutos por jugador + dos segundos de incremento por jugada), puede ser como ver jugar a dos máquinas al tres en raya, con brazos robóticos y su misma velocidad. Kasparov ha estado entrenando con el "niño" prodigio Carlsen (ya es un adolescente escandinavo de botellón con mantita). Karpov ha preferido entrenarse jugando al pin-pong con Chuki, el muñeco diabólico. Ayer arrancó ganando Kasparov por dos a cero. El ruso cabreado en la naranja de las corrientes de aire y de corrupción.