jueves, 28 de marzo de 2024

ÉPOCA DE RESURRECCIONES



Me ha vuelto a suceder un percance informático. Por calificarlo en términos suaves, ha sido un percance... Del copón. A la porra el disco duro y con él a la porra el programa de diseño. Azares benditos han conservado novelas, películas y archivos viejos. No todos, lo sé, pero la memoria es piadosa y, por ahora, la falta de recuerdos hace de ausencia de la ausencia mayor que vendrá y que me va a arrasar lo andado hasta aquí. Lo que he escrito y no está, lo que he pintado y tampoco. Lo que está olvidado y que algún día me va a pegar un castañazo en la cabeza con su recuerdo. Podría quemar ordenadores de aquí a Sillicon Valley, encontrar a Bill Gales en un búnker y meterle un macrochip por el culo, hola, he venido a salvarte, hasta que cante la Campanera del niño cantor, pero también me he quedado sin mechero bueno. He revisado con melancolía los archivos de Mi Corel, siempre fiel de portátil en portátil, salvando el pellejo, y me he encontrado con estos acercamientos a una alcachofa de arriba. Estamos en época de resurrecciones.