jueves, 8 de junio de 2017

SUBVENCIONES, ALBÓNDIGAS DE CURRITO Y BOMBONES DE ARENISCA


Con esto de la compra de periódicos y periodistas con la publicidad institucional (el PP comprando portadas y porteadores) me he dado cuenta de que los tengo pintados a todos: Marhuendas, Bieitos, Rojos, etc... Pero me faltaba uno de esos "jartibles". El de arriba. Martín Beaumont.  De la canallesca mala de toda la vida y hasta político pepero directamente. Para qué cortarse. El mismo que le ha escrito no hace mucho una biografía hagiográfica a la Santa Cospedal, la que sangra billetes de quinientos euros por los ojos y se hace mantillas con los cheques que le regalan los empresarios por tener los ojos fríos de escualo más milagreros a la hora de la depredación del dinero público. Ya no veo los púlpitos desde donde pontificaba el Papa-da, esos programillas de pressing catch con trasfondo político y matasietes de la demagogia haciendo esgrima de salón, pero sí recuerdo su pachorra mintiendo y su cuajo en hacerse el "burgués ofendido con corbata" cada vez que se hablaba de injusticias y desigualdades: "No, mejor Stalin, ¿verdad?". O algo así. ¿En qué película también contrataban a gordos para que hicieran de mercenarios? El Padrino. La receta que vende Beaumont cada vez que le ponen un micrófono delante: albóndigas de carne de currito con tomate azul. Porque le pagan. Como a la Preysler con los bombones de arenisca.

ESTÁN LOS INGLESES COMO PARA PEDIRLES FUEGO...


Pero seguro que votan lo mejor.
Las rajas de las urnas no las hicieron esos hijos de puta con los cuchillos,
así que a por ellos.