viernes, 29 de agosto de 2014

A TOMAR VIENTO, ROUCO


El Papa Francisco juega con sus globos hinchados en forma de piezas de ajedrez. No puede reventar a ninguno ni hacer que se los coma el demonio, sólo soltarles el nudo del pitorrito y verlos cómo salen disparados soltando pedorretas como Rouco Varela por el cielo de Madrid. A la nueva reina en promoción ya le están haciendo su ajuar de bragas de exención fiscal y enaguas de yihadismo moderado (sólo hasta la barbilla) las otras arzobispas laicas del foro. Esperanza también ensaya su besamanos a dos ruedas con agentes de movilidad haciendo de monaguillos sacrificables, y Anita prepara su discurso "One Relaxing Crucifixion in La Almudena" en bilingüe. Latín y cheli. Para que no se diga. La investidura de monse Osoro parece que será en organdí, seda natural reducida con agua del Manzanares y un tocado de bocadillo de calamares en lecho de incienso con limonada nitrogenada. Movida la pieza desde Roma, el Estado Cristiano avanza imperturbable en España sobre el tablero de parados, desahuciados y muertos de hambre que todavía quedan por registrar a su nombre mientras que la casilla que nos queda a los ateos ni siquiera es la del perro. Con todo, monse Osoro, suda. Madrid siempre ha sido mucho Madrid y esos ladridos que oye no parecen de perros de peluquería.