viernes, 6 de noviembre de 2015

EL GENERAL DE PODEMOS


Llamadme loco, pero me siento más tranquilo teniendo a un piloto de caza entre los míos. Ellos tendrán sus testaferros suicidas, sus jueces en uniforme de camuflaje, sus abogados zapadores, sus banqueros acorazados... Pero nosotros acabamos de dar la bienvenida a un piloto de F-5 y de F-18. Julio Rodríguez. Ah, y también ex Jefe del Estado Mayor. Un general. No está en el ánimo de Podemos, supongo, iniciar una escalada de galones contra la Derecha (en ese lupanar descansan muchas más gorras de plato en sus percheros), pero no está nada mal contar con un militar democrático por si las cosas se tuercen y hay que organizar los turnos de centinelas con gafas en las trincheras, preparar un raid aéreo sobre algún Paraíso Fiscal o defender el cielo de Madrid. De nuevo. Llamadme loco, otra vez, pero pienso en los heroicos pilotos de la Segunda República. Los que la palmaron ahí arriba por mantenerse fieles a un gobierno de izquierdas elegido en las urnas y a sus principios democráticos. A esos valores se ha referido nuestro piloto a modo de explicación ante los periodistas por fichar con el Partido "Antisistema". Por la Democracia con mayúsculas tenemos a un piloto de cazas entre los nuestros. A la aviación de la República se la conocía como "La Gloriosa". Los propios pilotos republicanos llamaban a la aviación fascista... "La Numerosa". Como metáfora retrospectiva no está mal para desearle a este hombre toda la suerte del mundo en los combates que le quedan por librar de aquí al 20 de Diciembre. ¡Aquí tiene usted su mecánico en tierra, don Julio...! Bueno, mejor que no. Pero podría despejarle este blog de matojos en un pis pas por si le sirve de aeródromo improvisado. A unas malas. Que vendrán. Por lo pronto ya ha puesto usted de los nervios a dos ministros (al de Defensa por lo Privado y al de Injusticia). Así que ha despegado como los ángeles, señor. Buena caza.