viernes, 14 de junio de 2013

TODAS LAS CONDICIONES PARA UN NUEVO SIGLO DE ORO


Buenos tiempos para los bancos, buenos tiempos para los sinvergüenzas, buenos tiempos para los ladrones. Malos tiempos para los investigadores, malos tiempos para los músicos, malos tiempos para los poetas. Así que realmente no sé en qué ha afectado la crisis al clima habitual de este país en lo que respecta a estos colectivos. El confort y la intemperie se han venido repartiendo en el solar patrio de una manera más o menos uniforme desde la traición a Viriato o los títulos bien ganados de Godoy ("Príncipe de la Paz"), o desde que le metimos fuego a Miguel Servet y metimos preso a Miguel  de Cervantes. Después de Godoy , Fernando VII ("El Deseado"), con dos cojones, y San Miguel, una marca de cerveza. De modo que la crisis sólo ha venido a gorjear sobre paisajes idílicos o a tronar sobre mojado. Esas mañanas deslumbrantes y soleadas para las alimañas que salen de sus madrigueras a depredar otro ratito, o esas mañanas sombrías y heladas para los creadores que salen de sus madrigueras a mendigar otro ratito. Esto es Es-pa-ña, que diría cualquier Leónidas en los bares. Eso sí, Es-pa-ña, pero ahora con una intensidad cromática y atmosférica inusitadas. La tormenta perfecta. La Es-pa-ña perfecta. Espanto y ruina en los Países Bajos, políticos y cortesanos corruptos, hambre en el pueblo... pero los artistas buscándose el Siglo de Oro por los bolsillos, las partituras y los folios sin encontrarlo ni p'atrás. Todo lo más, Calatravas, Etxevarrías, Sueños de Morfeo... Qué melancolía. Y la Sociedad General de Autores sin poder pagar a su gente porque los entes públicos no tienen dinero para esas fruslerías. Consecuencia de ello, que se está llenando la Casa del Autor, esa residencia de la caridad para escritores sin medios. Y proliferan los correos electrónicos con iniciativas para comprarles prótesis, gafas y audífonos a los indigentes del Parnaso. ¿Suena esto de algo, audífonos aparte? Dan escalofríos. La España que ha de helarte el corazón. En todo su apogeo. El recién elegido Antón Reixa hace lo que puede reorganizando la estructura de pago de derechos mientras Teddy Bautista goza de su jubilación millonaria y se ríe de todos nosotros. Un gallego contra los venenos que dejó un canario, una hora antes... Pero amanece, que no es poco, qué hostias. Y hace un sol de carallo. Aquí seguimos, hijos de la gran puta, afilando los lápices para este nuevo Siglo de Oro que está a punto de reventaros en los fuciños. Venid de uno en uno, que es un solo hombre el que os describe.