lunes, 25 de mayo de 2015

EL AMANECER DE LOS VIVOS MURIENTES


A la hora del aperitivo, como buenos revolucionarios de domingo, fuimos a votar a la calle Tribulete. Concurrida la rúa y hasta los topes el colegio electoral de las Escuelas Pías (UNED), este era el aspecto (arriba) de la mesa con las papeletas para la Autonomía. PODEMOS estaba arrasando, según la excitante merma de papel en su taco. Otro tanto estaba sucediendo en la mesa para el Ayuntamiento, a su izquierda. Lavapiés, el corazón de PODEMOS y del 15-M, estaba respondiendo como un solo hombre. Ah, si todo el país tuviera nuestra conciencia de clase, aperitivo y fiesta... Pero por los colegios electorales de Serrano (Mordor) o de Pozuelo (Estrella de la Muerte) los zombies con bigotito y cardado estaban votando purulento casi a la misma velocidad que nosotros, y anoche jodían la felicidad de los bien nacidos con su presencia en los números: estaban muertos, sí, pero seguían dando por saco con que ellos eran la lista de muertos más votada por los amigos del gore y la gusanera de corruptos. Han perdido muchos de sus extras más repulsivos (Aguirre, Cospedal, Rudi...) y algunos de sus cementerios preferidos serán adecuadamente cubiertos con cal viva (Madrid, Valladolid, Barcelona, Coruña...), pero no hemos conseguido acabar con la plaga de zombies de dos colores. El bizombismo aún tiene partidarios y PODEMOS incluso tendrá que llevar caminantes rojos encadenados en su marcha, cuando no al revés: aterrorizados concejales del 15-M y diputados vivos de PODEMOS atados a pactos con los muertos y su casta degenerada. El Amanecer de los Vivos Murientes. Y Albert Rivera calculando qué precio le pone a su caja de tiritas. Todo de shock anafiláctico, si no fuera por las dos alegrías inconmensurables de Manuela y Ada, y la cara de acelga de peluquería con la que apareció la Queen Zombie de Esperanza Aguirre para decir por televisión que había ganado, y se le cayó una oreja.