domingo, 11 de enero de 2015

JE SUIS CHARLIE HEBDO, MAIS...


LA MUJER DEL BILLÓN DE EUROS


De las flores carnívoras de invernadero que suele producir la derecha de tanto en tanto, Ana Botín ha brotado póstuma y filial como una criatura mitológica de la Banca, la erinia montañesa directiva de la Coca Cola (color corporativo del Santander) que ha venido a sobrevolar las riquezas de su difunto padre como un dragón notario. Después del bilingüismo tarado de Ana Botella, y a la espera de Ana Botulismo, Ana Botín sí sabe inglés, directamente inglés de las escuelas de negocios de Filadelfia, el queso blanco de las finanzas de Harvard; un acento que le rhonrhonea sus discursos en español pero que le ha servido de maravilla para ganarse a todos los fachas de Londres llamándoles quejicas en su cara. Este es el tiburón hembra que ha venido para quedarse en las aguas patrias, por si no estuvieran ya lo suficientemente enrojecidas. El depredador olisqueando a millones de pobres, parados y desahuciados entre los pecios del naufragio. El bicho mitológico con más de un billón de euros para gastárselos en colmillos. A su lado, la Cospedal o la Aguirre solo son dos lucios de charca. He visto a Ana Patricia Botín (antes muerta que Plebeya) dando su primer discurso de escualo a los accionistas en Youtube y daba cierto repelús distinguir en un segundo plano a Isabel Tocino, de sardina estupefacta. Mientras tanto aquí seguimos los demás, flotando en la oscuridad, tratando de no movernos... De no sangrar. Porque viene.