domingo, 23 de octubre de 2011

ALARGAFIESTAS (4) Y UN MANIFIESTO

Sé que este país está hecho con las cáscaras de un suelo de barra, que los policías son muñecos, que el dinero abstracto no es dinero, que la realidad que nos provocan es la acuarela de un mono; sé que este país está hecho con las raspas de un poeta, con el pollo asado que pinta en la pared un hambriento, con los abrazos de los que se buscan las navajas mientras se abrazan; sé que en cada beso puede ocultarse una manera de callar al otro, que cada pesadumbre visible es la sucia ligereza del prójimo que la ve; sé que los modales del caníbal se llaman envidia, que la convivencia es el juego de mesa del mono de las acuarelas, que la piel de los políticos se escama con el roce de la indiferencia, que los malnacidos y los poderosos y las corbatas comparten con la muerte su prestigio solitario; sé que la risa es un don y que el hábito de la alegría la suscita; sé que el tiempo es un acuerdo entre amaneceres y sé, para acabar, que el amanecer es el único humor paulatino que cabe celebrar entre tanta mierda... Por todo ello, queridos, este brindis al sol. Con el permiso de Sábato, Sartre, Ciorán, Bacon y Goya, y hasta sin él, el optimismo de un alargafiestas. Que los Dioses protejan a esas honestas tetas de arriba y que a su dueña no le falte un querer.