martes, 16 de diciembre de 2008

THAT'S ENGLISH

Si mal no recuerdo, en la calle León, de Madrid.

ULTIMATUM A LA TIERRA

En la película homónima, ULTIMATUM A LA TIERRA, un extraterrestre hace de Keanu Reeves y dice que una sola especie se está ventilando un planeta guay y que eso no puede ser, de modo que él viene a trabajar de pastor y a llenar unas esferas-container -su arca de Noé galáctica- de especies buenas, sobre todo calamares, y a cargarse exclusivamente a la especie humana, la mala. Normal que los americanos se lo quieran cepillar, pero el extraterrestre que hace de Keanu Reeves escapa gracias a que es de una inteligencia superior de la muerte, aparte de ser el protagonista. Un premio nobel Monty Python trata de convencer al extraterrestre que hace de Keanu Reeves diciéndole que podemos cambiar, que solemos cambiar al borde del precipicio, aparte de darle las gracias, majete, por corregirle la fórmula científica equivocada que había en la pizarra de su salón. Luego la madrastra de un niño negro repelente llora un poquito ante la tumba de su marido escenificando intensamente lo del precipicio y el cambio y la sensibilidad, para que al universo ya no le quede ninguna duda de que somos, como mínimo, una especie profunda o, al menos, llorosa y con sentimientos observables. El extraterrestre que hace de Keanu Reeves analiza, repiensa, no se conmueve pero se lo cree, pica, y se lleva con él a otra parte la plaga de invencibles escarabajitos que nos estaba comiendo ciudades y camiones solitarios, con el convencimiento de que nos merecemos una segunda oportunidad cósmica y a mandar, oiga. Fin de la película. Fin del ultimatum o principio, que es una película con supermensaje. Cuando salga la versión del director, veremos cómo fusilan al extraterrestre que hace de Keanu Reeves al regresar a su planeta y le cuelgan al cuello un cartelito que pone, en lenguaje superior extraterrestre, "GILORIO". Ah, y el Mazinger depilado que sale, dos mierdas, aparte de que sus ojos son un plagio de la rejilla de ventilación del Coche Fantástico. La vi en versión pirata doblada al castellano, salvo la secuencia en la que hablaban el extraterrestre que hace de Keanu Reeves y otro extraterrestre chino, que estaba subtitulada en ruso. Y cómo no, en el barrio multicultural de Lavapiés, lo peor de la especie.